Dirija usted a los medios, y no al revés

Las noticias, cuando aparecen, nunca incluyen toda la información dada por las fuentes de información. Los periodistas seleccionan las declaraciones que consideran que resumen mejor el meollo del asunto y la postura del que habla. Deben hacerlo así por fuerza, puesto que en los periódicos el espacio es limitado y también lo es la duración del tiempo en las noticias de radio y televisión.

La forma en que el periodista selecciona la información no siempre puede ser del agrado de la fuente. De hecho, muchas veces no lo es en absoluto. La persona puede haber deseado que se incluyera éste o aquel matiz al que el profesional no concede importancia. Bien, en principio, es justo reconocer que el periodista ha sido adiestrado, y además tiene mucha más experiencia que usted en seleccionar declaraciones, por lo que probablemente haya acertado a la hora de "enfocar la noticia". Pero también cae de cajón que en ocasiones la fuente, o sea usted, tiene un conocimiento más amplio del tema del que versa la noticia en cuestión, por lo que cabe que algún matiz pase desapercibido para el profesional de los medios, cuando en realidad, y en aquel caso en concreto, resulte fundamental.

Hay varios caminos para que salga correctamente esa pieza de la información, dependiendo de cómo se comunique usted con el medio:

1-Si habla verbalmente con el periodista, resalte lo que más le interese que salga al principio y repítalo varias veces. Y remarque en voz alta que ESO es lo más importante. Estructure su información de la misma forma en que lo hará el periodista una vez tomadas las notas (lo más importante, primero y resaltado; lo secundario, después) y así facilitará las cosas y tendrá más posibilidades de lograr su objetivo. No se disperse ni dé un maremagnum de datos mezclados, porque en ese caso dispersará la atención del profesional que lo escucha, que luego puede optar por enfocar la noticia de forma diferente a cómo usted lo haría. Claro, concreto, conciso y centrado, así debe ser su discurso.

Repito, no caiga en la tentación de contar anécdotas irrelevantes, por muy pintorescas que sean, si no desea correr el peligro de que el titular sea algo así como "Aficionado a la ornitología se cayó de un árbol tres veces seguidas al contemplar un estornino" en lugar de "Aficionado a la ornitología publica un tratado sistematizado de todas las especies del macizo pirenaico". Este caso no cuenta, claro está, cuando es el periodista el que le pide anécdotas una vez tratado lo fundamental.

2-Si pasa una nota por escrito a los medios de comunicación, la estructura debe ser similar a la anterior. Primero, lo importante, subrayado y repetido de varias formas, y luego lo anecdótico, señalándolo como tal.

3-Ídem, cuando se halle delante de un micrófono o de una cámara. Las anécdotas suelen omitirse en la edición final de la noticia, no pierda el tiempo y vaya al grano. Si acaso, remate su comentario con una frase graciosa, nada más.



SUBTÍTULO DE LA WEB3: Fotos, comunicados y cartas al director


He aquí tres tipos de documentos, impresos y gráficos, que pueden enviarse a los medios de comunicación si estamos interesados en aportar documentación a la noticia para que salga lo más parecida posible a lo que pretendemos. En los tres, puede optarse por enviarlas vía e-mail. Los comunicados y cartas al director pueden asimismo mandarse por fax. Las cartas al director admiten una tercera posibilidad, la del correo tradicional. Pero procure siempre mandarlas mecanografiadas, eso facilitará la labor en la redacción a la hora de transcribirlas al periódico.



FOTOS:


Puede enviar las suyas propias o pedir que envíen un periodista. Si por ejemplo desea denunciar un socavón en su calle que lleva tiempo sin arreglar, llame o escriba al periódico, radio o televisión para interesarlos en los problemas. Pida si por favor pueden hacer una foto. En muchos casos, accederán a su petición y acudirán además para grabarle y anotar sus declaraciones. A los periódicos no les molestan las aportaciones vecinales, en materia de denuncias o de dar a conocer situaciones y citas candentes que esté viviendo una población. Es más, la mayoría de las veces las agradecen, puesto que facilitan su labor y les descubren nuevas noticias en las que no habían reparado.



TODO LO QUE FIGURA DEBAJO ES PARA LA WEB4:


COMUNICADOS:


Muy útiles cuando usted representa a un colectivo. No olvide incluir sus datos de contacto, bien al principio o bien al final. Redacte en forma de pirámide invertida, lo más importante al principio, y envíelo a las redacciones por fax o e-mail, pulcramente estructurado y mecanografiado. Un comunicado suele detallar un asunto de forma objetiva ("La asociación de vecinos xxx denuncia la falta de farolas en la calle yy" o "El club deportivo zz celebra su quinto aniversario en tal sitio a tal hora, invitándoles a asistir"). No es una carta al director, que puede centrarse más fácilmente en emociones o pareceres. Recuérdelo para ir directamente al grano y así tener más posibilidades de que se lo publiquen.



CARTAS AL DIRECTOR:


Escriba libremente todo aquello que quiera comunicar, con una sola restricción: el respeto al prójimo. No incluya insultos ni descalificaciones directas a nadie. Si quiere criticar, critique el acto, no a la persona. Eso, además de ser motivo de que no publiquen la carta, podría ocasionarle una denuncia judicial del afectado. Opinar es libre, descalificar no. No se extienda más allá de un folio y procure que el estilo sea ligero y fácil de leer, los "tochos incomibles" suelen pasar inadvertidos. Incluya sus datos para que se la publiquen. Puede mandarlas por e-mail, fax o correo normal.



Póngase en sus zapatos


Imagínemonos por un día que somos NOSOTROS los periodistas. Sí, usted, de repente, se levanta convertido en periodista. Veamos cómo se siente.

Un periodista de prensa escrita usualmente tiene una agenda del día, que comienza hacia media mañana y acaba a primera hora de la tarde (con suerte, porque a veces hay que seguir hasta la noche). Supongamos que la suya hoy es ésta:

11:00 Rueda de prensa con un colectivo ecologista para denunciar la contaminación de una fábrica. En el otro lado de la ciudad, donde tienen su sede.

12: 00 Entrevista concertada con un líder de opinión (sindical, político, vecinal...) Está furioso porque ya han salido tres noticias en su diario con la versión de sus oponentes. Dice que "son todo mentiras" y que a ustedes "se les ve a la legua que están comprados".

13:00 Ronda de llamadas con sus fuentes habituales, a ver si "cae algo" de aquel asunto que está en pleno desarrollo (un acuerdo con el Ayuntamiento para crear un centro comercial en las afueras, por ejemplo).

La rueda de prensa no le reviste especial dificultad: sólo tiene que copiar lo que le dicen y, si algo no le ha quedado suficientemente claro, preguntar al final. Pero debe preguntar con cuidado, en el tono y la forma de la pregunta, para no herir susceptibilidades. No es lo mismo que usted diga: "¿Van a seguir insistiendo en este punto que no tiene solución?" que que enfoque la pregunta de esta forma: "¿Tienen ustedes esperanzas de lograr resolver este conflicto a largo plazo?". La diferencia está clara: en la primera pregunta usted mismo hace un juicio de valor crítico sobre los que están informándole, que probablemente se enfadarán antes que contestar algo coherente. Con la segunda forma, solucionar el problema se ve como un logro que los encuestados pueden conseguir, y se facilite el que le aclaren cómo piensan hacerlo.

Llega la hora del líder de opinión. De principio, está muy enfadado y cerrado en banda. Por desgracia, y aunque a usted personalmente le gustaría mandarlo a paseo, no puede hacerlo, de la misma manera que un dependiente de comercio no puede (o no debería) insultar a sus clientes. Va a tener que seguir tratando con él mientras esté en ese puesto, así que resígnese. Hoy, su labor como periodista es apaciguarlo. Le resalta con suavidad que en el periódico están obligados, para informar correctamente, a escuchar y escribir sobre todas las partes. Si han puesto tres veces a la empresa y ninguna a los sindicatos, por ejemplo (o al revés), es porque la empresa ha estado mandando comunicados diarios para explicar su postura, mientras los sindicatos han permanecido en silencio. "Pero ahora tiene por fin ocasión de explicarse, porque el periódico siempre está abierto para ustedes, por supuesto". Comienza entonces a preguntarle para animarle a hablar et voila!, normalmente, a estas alturas ya estará más calmado.

Son muchas las personas que recriminan a los profesionales de los medios sus propios fallos. Hay gente, como en el ejemplo anterior, que si sale un oponente se enfadan, pero que tampoco quieren defender su postura. Para explicar coherentemente esta disonancia, se justifican con que "los medios están comprados, por eso no quiero aparecer". El viejo juego de "tirar al mensajero". Como ve, ser periodista no es tan fácil ni tan fascinante como parece.

Llega la hora de llamar a sus fuentes habituales, a ver si hay suerte y "salta la gran noticia" por sorpresa. Esta parte ya es más fácil, porque ha hablado con estas personas muchas veces antes, son prácticamente amigos y hay confianza. La relación es fluida: "te lo cuento si no lo pones todavía; ya te avisaré cuándo puedes"; "de aquello que preguntabas no hay nada; puro cuento"; "estamos a punto de cerrarlo; en dos días empezamos la obra". Una gozada comparado con la tirantez del encuentro anterior.

Hora de comer... y después, a escribir. Cierre de página y programación para mañana, donde todo volverá a empezar de cero.

En las televisiones y las radios el horario es distinto; depende del inicio de los informativos. A veces, los profesionales deben saltar a sus asientos para presentar con la cámara aún colgando del hombro, y emitir el vídeo o la cinta sin haberla preparado antes y confiando en "acertar" con las declaraciones pertinentes. En Internet, la información se actualiza a cada poco, muchas veces día y noche.

Ése es el mundo de la información. Prisas, estrés y mucha improvisación ante la falta de tiempo.

Además, el profesional de los medios de comunicación está continuamente tratando con personas, y por eso deberá encarar malos modos, cambios de humor y rarezas casi cada día. También encontrará a gente agradable y simpática, que le hará más fácil su labor, para compensar. ¿Entiende usted ahora un poco mejor al comunicador que ha escrito la noticia que usted está leyendo, o al cámara que ha grabado el reportaje que ve en este instante en televisión, o al redactor que acaba de meter a toda prisa en una página, al filo de la medianoche, la noticia de última hora que usted verá mientras desayuna?



¿Amigos?


Cuando la relación con el periodista se alarga en el tiempo, puede ocurrir que llegue a tratar más estrechamente a la fuente e incluso que se cree un lazo de amistad entre ellos. Esos casos dependerán del grado de intimidad que quieran tanto periodista como fuente. Hay periodistas que piensan que acercarse demasiado a sus fuentes podría llevarles a ser menos objetivos en su trabajo. Otros se lo permiten, teniendo cuidado de señalar que no habrá favores especiales para esa fuente en caso de que alguna vez se halle en el centro del huracán. Otros, en fin,... menos mal que éstos últimos son pocos.

El caso es que el periodismo deja marca, como si fuera un sacerdocio. El periodista puede optar por ser reservado y no acercar distancias, o por ser más entreabierto y llegar a confidencias. Esta última postura es más complicada y peligrosa, porque tanto fuente como profesional habrán de saber diferenciar entre amistad y trabajo, y dónde empieza uno y dónde termina la otra.



PELIGROS PARA LA FUENTE:


1-Que la amistad del periodista sea interesada, y cuando no pueda "sacar" más información de usted, desaparezca de su vida.

2-Que en un momento de tentación sobreponga su trabajo a la amistad, y en el diario de mañana aparezcan todas sus confidencias en titulares.

3-Que nunca se atreva a confiar del todo en su amigo periodista, por temor a que ocurra el caso 2.



PELIGROS PARA EL PERIODISTA:


1-Que se le acuse de favorecer a su amigo en una noticia, precisamente porque es su amigo.

2-Que su amigo no entienda que su profesión tiene unas exigencias, y se enfade con usted por ´"no haberle reflejado más favorablemente" o por "haberte puesto del lado de aquel cafre, cuando tu amigo soy yo".

3-Que llegado un momento en que su amigo se ve envuelto en malos pasos, es usted quien tiene que "cubrir" la noticia y darle el golpe de gracia a la amistad. O optar por la amistad y darle el golpe de gracia a su vocación de "informar con ecuanimidad". De cualquiera de las dos formas, se sentirá usted fatal.



CONCLUSIÓN:


La buena relación entre periodista y fuente es indispensable; pero lazos demasiado estrechos son peligrosos. Lo mejor es buscar un punto intermedio entre la amistad y la indiferencia.

Imagínese usted a Lara Croft teniendo que levantarse, mañana tras mañana, para buscar y pelear el tesoro arqueológico de turno antes que los malos. Al día siguiente, vuelta a empezar, como si no hubiese logrado nada el día anterior. Agotador, ¿verdad? No es extraño que muchos periodistas sufran de agotamiento y que lo que a usted le parece una persona desagradable cuando le pregunta, en realidad es un profesional muuuy, muuuuy cansado.

Toda esta introducción viene al caso de que usted comprenda mejor a estos trabajadores cuando trate con ellos. Y que, preferiblemente, si tiene una noticia que dar, se la ofrezca a todos, en lugar de a uno solo. Esto en el caso de que sea usted el que decida contar algo, denunciar una situación (puede ir desde una farola rota en su calle hasta una componenda política que le ha perjudicado; también buenas noticias, como una reunión anual de antiguos compañeros de colegio que usted quiera ver reflejada en el periódico para guardar de recuerdo). Café para todos, y así no se encontrará con recelos más tarde de los medios competidores a aquel al que le haya dado la noticia. Usted habla con todos los de su ciudad y se queda tranquilo.

Es posible que no acudan, porque no la encuentren interesante. Paciencia; siempre le queda el recurso de comunicarse con la redacción y explicar su interés, a ver si así... Es posible que le llamen unos y otros no: en ese caso, dé la noticia a aquellos que están interesados en publicarla. La cuestión es no enfadar a nadie y quedar bien con todos en el laberinto, porque luego, si mantiene una relación continuada con periodistas -supongamos que es usted el presidente de una asociación de vecinos- le vendrá bien el tener fama de equidad.

Hay una excepción: cuando sea el periodista el que le llame a usted para interesarse por un tema en concreto: en ese caso ha sido él o ella la que ha tomado la iniciativa y por eso, si quiere responder, déle la noticia en exclusiva sin cargo de conciencia. Se trata de un pacto implícito entre profesionales, que todos respetan: El que se la curra, se la gana.

Resumiendo este capítulo:

-Usted quiere publicar: contacte con todos sin excepción.

-Ellos quieren publicar: déles la noticia sin llamar a nadie más.

 

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